"Mi Maestro dijo: el arte del Bonsái conecta al que lo aprecia, con una escalera al cielo en busca de sabiduría esencial"...
martes, 17 de noviembre de 2015
REFLEXIÓN...
La vanidad superflua es un concepto muy de moda en el entorno del mundo del Bonsái. Creer que todo está sabido y que tu auto-complaciencia dignifica el arte, es tan grave como creer que aquello que haces debe ser admirado por el principio de... PORQUE YO LO VALGO!!!
Es una lástima comprobar que todavía algunos/as a pesar de su edad, no han madurado lo suficiente como para entender que las cosas no són tan sólo aquello que uno quiere. Que en la vida existen principios más allá de los caprichos personales y del credo que crees que alecciona a aquellos/as que humildemente te siguen o te seguían.
Marcar pautas y oficiar credo, entendiendo que tu palabra es la Bíblia del Bonsái, debería hacer reflexionar a más de uno/a que deambulan por la red, como sacerdotes exorcitadores de costumbre paganas y principios que parecen no nos gusta y por ello opinamos de manera anacrónica y falta de cualquier principio moderado creyéndose con ello que imparten verdad.
Pues humildemente te digo... que lo mejor que puedes hacer para que te sigan admirando por el trabajo que realizas, es un acto de introspección, y observar cuanto de vanidad y cuanto de verdad ofreces con tu prosa, con tu crítica desmedida y sobretodo con tu lamentosa opinión, y lo peor, es que apartándote de aquello que te hizo grande y ignorando tu pasado, lo único que ofreces a aquellos que alguna vez te habíamos admirado por al parecer tu esfuerzo que creímos sin coste de ego, es un lamentable espectáculo de soberbia desatada y de auto-melancolía de ficción, escondida bajo un atuendo de paupérrima y ficticia serenidad.
Haec ego non multis scribo, sed tibi: satis enim magnum alter alteri theatrum sumus
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