Cuando quedan menos de 4 horas para dar paso al nuevo año, creo que es el momento adecuado de despedirme de forma definitiva de algunas cosas de las que formaron el que será este pasado año. Un año que inexorablemente me une y me unirá al mundo del Bonsái.
Pasado, sellado, lacrado y cerrado de una vez para siempre, y digo para siempre porque ya nunca más volveré a hablar de ello. Atrás quedan momentos que vivimos juntos, que dignificaron nuestra amistad, atrás queda el buen recuerdo de los momentos vividos, y eso es con lo que realmente me quedo y no olvido.
Espero, deseo y quiero creer que hemos aprendido la lección, cada uno en su estadio, en su concepto, en su realidad más inmediata. Nunca desee mal, ni nunca que te lo desearé, por ello creo que al sellar el pasado, tan sólo me quedó con lo bueno, aquello que nos hizo mejores, aquello por lo que valió la pena la amistad que un día nos unió.
Espero, deseo y quiero creer que hemos aprendido la lección, cada uno en su estadio, en su concepto, en su realidad más inmediata. Nunca desee mal, ni nunca que te lo desearé, por ello creo que al sellar el pasado, tan sólo me quedó con lo bueno, aquello que nos hizo mejores, aquello por lo que valió la pena la amistad que un día nos unió.
En definitiva amigo/a...
Que la fuerza te acompañe, que llene cada momento de tu vida y de tu futuro. Y cuando algún día recuerdes, en verdad te digo, que yo, sólo pensaré en lo bueno que compartimos y con lo que ambos aprendimos.
La cicatriz quedará visible, pero la herida ya no existe, como nunca existió más allá del pudor y el alarido del momento propiciado.
Otros/as realmente fueron los que atizaron el fuego, aquel que hacía tiempo estaba encendido, y con el que ambos/as sin remediarlo nos quemamos...
ADIOS AMIGO/A!!!
1 comentario:
El pasado pasado está, hay que mirar al futuro, viviendo el presente... Pero sin olvidar.
Publicar un comentario