Rosmarinus officinalis, el romero, es una especie del género Rosmarinus de la familia Lamiaceae, cuyo hábitat natural es la región mediterránea.
El romero es un arbusto aromático, leñoso, de hojas perennes, muy ramificado y ocasionalmente achaparrado y que puede llegar a medir 2 metros de altura. Los tallos jóvenes están cubiertos de borra -que desaparece al crecer- y tallos añosos de color rojizo y con la corteza resquebrajada.
Las hojas, pequeñas y muy abundantes, presentan forma lineal. Son opuestas, sésiles, enteras, con los bordes hacia abajo y de un color verde oscuro, mientras que por el envés presentan un color blanquecino y están cubiertas de vellosidad. En la zona de unión de la hoja con el tallo nacen los ramilletes floríferos.
Las flores son de unos 5 mm de largo. Tienen la corola bilabiada de una sola pieza. El color es azul violeta pálido, rosa o blanco, con cáliz verde o algo rojizo, también bilabiado y acampanado. Son flores axilares, muy aromáticas y melíferas; se localizan en la cima de las ramas, tienen dos estambres encorvados soldados a la corola y con un pequeño diente.
El fruto, encerrado en el fondo del cáliz, está formado por cuatro núculas de 1,5-3 por 1-2 mm, ovoides, aplanadas, color castaño claro con una mancha clara en la zona de inserción.
Este es un ejemplar adquirido en vivero y que después de unos años de trabajo ya que se trataba de un ejemplar muy alto, ahora y estabilizando la masa foliar de futuro, se ha procedido a trasplantar a tiesto de autor del amigo Pitu Maresma, convirtiéndose en el primer trasplante de 2016.
Nos muestra un buen nebari y un tachiagari con su corteza rugosa y el elegante movimiento de sus ramas.
Nos muestra un buen nebari y un tachiagari con su corteza rugosa y el elegante movimiento de sus ramas.
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