Thuja o tuya es una conífera de la familia de los cipreses (Cupressaceae) originaria de las regiones templadas del Hemisferio Norte. Hay cinco especies en el género, dos nativas de Norteamérica y tres del este asiático. El género es monofiléctico y hermano de Thujopsis.
Suele llamárseles por su apelativo latino arborvítae (‘árbol de la vida’, en latín), debido a su follaje siempreverde.
Son árboles siempreverdes que crecen de 3m hasta los 18m de alto, con una corteza pardo rojiza de textura fibrosa. Las ramas son planas, con las ramillas laterales en un solo plano.
Las hojas son escuamiformes, de 1–10 mm de largo, excepto en las jóvenes plántulas en su primer año, que tienen hojas aciculares. Están dispuestas en pares decusadas alternadas en cuatro filas a lo largo de las ramillas. Los estróbilos masculinos son pequeños, no conspicuos, y se encuentran en las puntas de las ramillas. Los conos femeninos comienzan de manera semejante no conspicuos, pero crecen hasta 1–2 cm de largo y maduran cuando tienen 6–8 meses de edad; tienen 6-12 escamas que se superponen, delgadas, coriáceas, con 1-2 pequeñas semillas en cada escama con un par de alas laterales estrechas.
La madera de la tuya es liviana, suave y muy aromática, y, según Plinio el Viejo, la del Thuja articulata era muy utilizada en la antigüedad para tableros de mesas lujosas que llegaban a costar, en dicha época, verdaderas fortunas.
Este es un ejemplar de vivero cuya supervivencia no estaba garantizada y que después de una remodelación profunda y dejarlo brotar se ha adaptado a maceta siguiendo con el porte inicial de árbol de montaña con a una imagen que nos muestra su carácter y lucha contra los elementos...
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